Un día en el puerto de Valldemossa

Uno de los pueblos más especiales de la Tramuntana

El Puerto de Sóller, ubicado a los pies del Mediterráneo y en el centro de la costa norte de Mallorca, es un destino que nos brinda la posibilidad de descubrir no solo uno de los puertos más especiales del Mediterráneo, sino también varios lugares de la Sierra de Tramuntana de un modo muy especial. Gracias a la excelente ubicación de nuestro puerto, podemos plantearnos recorrer varios pueblos emblemáticos de la Tramuntana, pueblos a los que en su mayoría podemos llegar por rutas que bordean la costa, ofreciéndonos paisajes espectaculares. Hablamos de municipios como Sóller, Deià, Valldemossa, Estellencs, Banyalbufar o Escorca. Todos ellos forman el núcleo de la Sierra de Tramuntana, aportando peculiaridades, historias y tradiciones únicas. Así que hoy os proponemos visitar uno de estos municipios, y más concretamente, nuestro pueblo vecino de Valldemossa. Un municipio donde el arte, el mediterráneo y el estilo mallorquín están muy presentes.

 

 

DEL AIMIA HOTEL A VALLDEMOSA

Para llegar a Valldemossa desde el Aimia Hotel lo podemos hacer de varias formas, ya sea haciendo deporte y realizando la visita en bicicleta; en autobús desde el propio Puerto de Sóller, o en coche propio. Como en el Aimia Hotel contamos con parking exclusivo para huéspedes, nosotros realizaremos la visita en coche propio. Así, partiremos en dirección a Sóller hasta llegar, tras haber pasado la rotonda del Monument, al desvío a la derecha que conduce hacia Deià.

Una vez allí, y tras coger ese desvío, nos adentraremos en la Tramuntana en una ruta pegada a la costa, pasando por Son Bleda, hasta llegar, tras unos 15/20 minutos a Deià, el primer pueblo de nuestra ruta. Tras cruzar Deià seguiremos conduciendo unos 15 minutos más hasta llegar a la Gasolinera de Valldemossa. Punto en que giraremos hacia la derecha en dirección al Puerto de Valldemossa.

 

 

DE VALLDEMOSSA AL PUERTO

Tras haber girado a la derecha, y en cuestión de 750 metros desde que dejemos el pueblo de Valldemossa, veremos a mano derecha el desvío que nos conduce hacia la carretera del puerto de Valldemossa. Una carretera serpenteante, la Ma 1131, que se va estrechando y a través de la que descenderemos hasta llegar al puerto tras unos 6 km.

Al llegar allí veremos que el Puerto de Valldemossa, también conocido como Sa Marina”, es un pequeño puerto costero rodeado por la impresionante Sierra de Tramuntana. Un lugar 100% mediterráneo en el que el entorno abrupto y las construcciones modestas le brindan un encanto genuino y una atmósfera relajada. Así, veremos que hay algunos cafés y restaurantes, así como el pequeño puerto y una playa.

Durante los meses de verano, bañarse en las aguas cristalinas del puerto es una experiencia perfecta. Si bien el área es rocosa, la experiencia nos ofrece un lugar perfecto para refrescarnos y conectar directamente con la naturaleza y con el Mediterráneo. Asimismo, también podemos dejarnos llevar por sus pintorescas calles, realizando paseos circulares por los varios senderos que configuran el puerto, ofreciéndonos hermosas vistas panorámicas de la zona y de las casas rústicas de pescadores junto al pequeño muelle que conserva el carácter tradicional mallorquín y pesquero que tanto representa los orígenes de estos municipios costeros de Mallorca. Sin duda, un lugar mágico para conocer la esencia y la auténtica cultura de los habitantes de la costa de la Tramuntana.

 

 

SA MARINA” EN VERANO

Durante el verano, el Puerto de Valldemossa se convierte en un refugio perfecto para escapar del calor y el bullicio. No hay grandes aglomeraciones ni servicios masificados. Por lo que si buscas un disfrutar de la calma, a darte un baño refrescante en aguas limpias, o a hacer snorkel entre rocas y peces, este lugar es ideal. Un lugar perfecto para quienes buscan una conexión más íntima con la naturaleza.

Además de relajarnos al sol o nadar, y ya llegados al mediodía, nos podremos sentar en uno de los pocos restaurantes de la zona y saborear pescado fresco con vistas al mar. Ya por la tarde, y si nos quedamos hasta el atardecer, el espectáculo es inolvidable: el sol cayendo sobre el mar entre tonos dorados y anaranjados, con el único sonido de las olas rompiendo suavemente.

Por otro lado, si decidimos irnos después de comer, podemos realizar una parada al centro de Valldemossa hasta de regresar al Puerto de Sóller. Un municipio lleno de cultura y que si lo visitamos en julio o agosto, podemos combinar la escapada costera con las Festes de la Beata o el Festival de Chopin en la Cartuja, logrando así un día redondo entre naturaleza, mar y cultura. Sin duda un municipio que os recomendamos visitar al 100% y que os explicamos como hacerlo en nuestro otro artículo titulado "De ruta por la costa norte de Mallorca: Visita de un día a Valldemossa en coche".

 

 

Finalmente, tras nuestro día por Valldemossa y su Puerto, regresaremos en dirección al Aimia Hotel por la misma carretera por la que hemos ido. Llegando al Puerto de Sóller tras unos 35 minutos aproximadamente y tras haber conocido uno de los lugares más especiales de la costa norte de Mallorca. Así, una vez lleguemos podremos completar en día con una cena mágica en el Airecel Restaurant.

La costa norte de Mallorca es un lugar muy especial en el que la naturaleza, la gastronomía, la cultura y la esencia mediterránea de nuestra isla nos ofrecen otro modo de desconectar y disfrutar de unos días inolvidables. Unos privilegios que gracias a nuestra excelente ubicación, situados en el mismo corazón del Puerto de Sóller, podemos disfrutar, conocer y descubrir de un modo inigualable y muy especial.

Si usted está hospedado en nuestro hotel y quiere conocer más información acerca de estos lugares o conocer otros, no dude en preguntar a nuestro equipo de recepción, el cual les atenderá muy amablemente!