EXCURSIÓN DE SENDERISMO A SA TORRE PICADA Y CAMÍ DE S'ILLETA

La isla de Mallorca siempre ha sido un punto estratégico del Mediterráneo. Ya sea para establecer rutas comerciales o asentamientos militares, nuestra isla siempre ha sido deseada por grandes civilizaciones, y es por ello que los habitantes de Mallorca construyeron un gran sistema de vigilancia en toda la costa de la isla. Un sistema compuesto por torres de vigilancia situadas al borde del mar que se usaban para avistar navíos enemigos o posibles invasiones, y que se comunicaban entre ellas a través de señales de humo y fuego para avisar a toda la isla. Hoy en día muchas de estas torres han desaparecido, pero otras siguen todavía en pie. Como Sa Torre Picada, situada en el Puerto de Sóller. Una torre llena de historia que hoy os proponemos visitar recorriendo el camino de s’Illeta, un lugar con unas inmejorables vistas de la costa norte de Mallorca. 

SA TORRE PICADA. HISTORIA 
Como hemos dicho, Sa Torre Picada es una torre de vigilancia que formaba parte de un sistema de señales y torres de vigilancia ubicadas en toda la costa de Mallorca. Su construcción se aprobó en 1561, después de la invasión al Valle de Sóller por parte de los corsarios turcos, sin embargo, no se empezó a construir hasta el 1614. Finalmente, a principios del siglo XVII, concretamente en 1622, la torre se terminó de construir. Fecha que todavía se encuentra grabada a la entrada de la torre. En Sa Torre Picada vivían 3 personas encargadas de encender las señales en caso de avistamiento enemigo, unas señales que gracias a la red de torres llegaba finalmente a la Torre de Àngel, ubicada en el Palacio Real de La Almudaina en Palma. Lugar desde el que se organizaba la defensa para hacer frente a la amenaza. Así, Sa Torre Picada se mantuvo en activo hasta el siglo XIX, época en la que mayoritariamente se encargaba de vigilar el contrabando. Además, durante la guerra civil española también se utilizó para avistar aviones que venían desde la península. Sa Torre Picada consta de dos plantas de techos con bóvedas y una terraza. Los muros de la torre miden unos tres metros de anchura, tiene una altura de 11 metros y en la terraza se conserva un cañón original del siglo XXIII. Además, en 1949 fue nombrada Bien de Interés Cultural y tiene un valor muy especial para los habitantes de Sóller por su historia y por su estrecha relación con la fiesta histórica de Es Firó. 

EXCURSIÓN A SA TORRE PICADA 
Si está hospedado en el Aimia Hotel y quiere realizar una ruta de senderismo fácil, cercana al hotel, no muy larga y con unas inmejorables vistas al Puerto de Sóller, al Mar Mediterráneo y a s’Illeta, y conocer uno de los lugares más especiales del Valle de Sóller, la excursión a Sa Torre Picada es, sin duda, la mejor de las opciones. 
Iniciaremos nuestra ruta saliendo del Aimia Hotel en dirección al carrer de Bèlgica. Una calle con una pronunciada pendiente que subiremos hasta llegar a una curva muy cerrada a la izquierda. En este punto, en vez de girar por dicha curva, continuaremos recto a través del camí de s’Illeta. Lugar en el que empieza nuestra ruta. Desde este punto iremos subiendo por un camino de asfalto que va serpenteando entre olivos y algarrobos y que nos irá acercando a la zona costera de Ses Puntes y a la Atalaya. Lugar en el que se encuentra Sa Torre Picada. Por el camino podremos ver la casa Des Figueral Vell,

que años atrás contaba con una almazara, y, dos curvas más arriba, llegamos al Coll de S’Illa. Una curva pronunciada a la derecha en la que veremos una gran barrera y justo al lado un pequeño paso para cruzarla.

Tras cruzar el paso nos encontraremos en una explanada de tierra con varios caminos. Nosotros cogeremos el camino de nuestra izquierda. Un antiguo camino de carros muy pronunciado que nos permite disfrutar de magníficas vistas a la costa y que nos conducirá hasta un llano lleno de olivos. Lugar en el que tomaremos el camino de la derecha hasta llegar a Sa Torre Picada. Una vez allí podremos cruzar la puerta que nos conduce al patio exterior de Sa Torre Picada. Lugar en el que podremos disfrutar de unas increíbles vistas mientras hacemos una pausa para merendar en este lugar lleno de historia. Tras visitar la torre y los paisajes que ofrece, seguiremos nuestra excursión regresando al Coll de s’Illa por el mismo camino. Una vez allí, cruzaremos el pequeño paso de nuevo y seguiremos ascendiendo por el camí de s’Illeta.

Tras caminar unos 10 minutos aproximadamente llegaremos a una zona del camino mucho más llana y en un momento dado veremos cómo el camino pasa de ser de asfalto a tierra. Justo en este punto, si miramos a nuestra derecha, podremos ver el puntiagudo Penyal Bernat,

una imponente formación rocosa levemente inclinada, y a nuestra izquierda, podremos ver Ses Puntes, Sa Torre Picada y Ses Cambres, una pequeña cala a la que sólo se puede acceder en barco. Es importante señalar que en este punto, -lugar en el que se termina el asfalto-, deja de haber cobertura en los teléfonos móviles. Así que es importante saber que a partir de aquí en adelante no tendremos cobertura para realizar llamadas o enviar mensajes. Dicho esto, continuaremos nuestro ascenso entre pinos y alzinas y con el Mar Mediterráneo rodeando el islote de s’Illeta a nuestra izquierda. 

S’Illeta es un islote que se encuentra en la costa norte, entre Ses Puntes y Sa Costera. Es un lugar único por su geografía y ubicación. Un lugar en el que hay un pequeño paso marítimo formado por la propia costa y s’Illeta -Es Freu de s’Illa- que podemos cruzar en barco. Además, el propio islote hace que en sus alrededores exista un ecosistema submarino único. Por ello se ha pedido que se cree la reserva submarina de s’Illeta y es un lugar que podemos visitar con excursiones de submarinismo con salida desde el Puerto de Sóller y Cala Tuent. 
Continuando con nuestra ruta llegaremos hasta el final del camí de S’Illeta tras haber pasado por varios olivares como Can Joan de Ca Sa Dida o las casas de Ca Ses Bales. El final del camino nos lo marcarán las barreras de la Finca de s’Illeta que cortan el propio camino, aunque la ruta senderista del Puig de Balitx y el Pas de s’Heura se realiza por este camino y por ello el acceso está permitido a todos los excursionistas. Sin embargo, volviendo a nuestra ruta, veremos cómo al lado de dichas barreras hay un pequeño olivar. Se trata de Ca’n Bernat Clapa, un habitante del Valle de Sóller muy amigable que siempre suele ofrecer zumo, café o algún refresco a los visitantes que se paran a verlo. Así que os recomendamos ir a saludarle, ya que desde su olivar también podrán disfrutar de unas increíbles vistas al mar. Finalmente, tras esta breve pausa, emprenderemos nuestro camino de regreso al Aimia Hotel. Para ello únicamente tenemos que regresar por el mismo camino que hemos recorrido hasta encontrar- nos de nuevo con el carrer de Bèlgica. El cual descenderemos por completo hasta llegar al Aimia Hotel para disfrutar de una más que merecida comida en el Airecel Restaurant antes de relajarnos en el corazón del Puerto de Sóller tras haber recorrido uno de sus caminos más especiales y emblemáticos. Si usted está hospedado en nuestro hotel y quiere obtener más información acerca de Sa Torre Picada u otras rutas de senderismo, no dude en preguntar a nuestro equipo de recepción, el cual les atenderá muy amablemente. 

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